Hay oficios que se heredan como una forma de sangre. En nuestro caso, fue el cuero ese material noble y terco el que nos eligió. Nos encontró entre la tierra colorada de los Llanos colombianos y el pulso insistente del arte hecho a mano. Y desde entonces, aprendimos a leerlo como se lee a un viejo amigo: con respeto, con fuego, con lentitud.
Saenz Leather & Art no nació como una empresa. Nació como una necesidad: la de devolverle tiempo y dignidad a los objetos. La de oponerse a lo desechable. La de crear con las manos lo que el alma necesitaba decir. Desde nuestros inicios humildes en 2014 hasta nuestro establecimiento formal en 2020, nos hemos mantenido fieles a una promesa: cada pieza que sale de nuestro taller llevará memoria, belleza y sentido.
Aquí, cada corte y cada puntada es el resultado de una conversación silenciosa entre generaciones. No seguimos modas; seguimos la línea invisible del oficio, ese que no se aprende de prisa. Nuestros bolsos, billeteras, cinturones y accesorios no nacen de máquinas, sino de manos que han perfeccionado su arte entre cuero, silencio y tradición.
Pero lo que hacemos no se limita al objeto. En Saenz Leather & Art enseñamos. Compartimos el oficio. Lo defendemos como quien defiende una lengua en extinción. Impartimos clases de marroquinería a jóvenes sordos, aprendiendo su lengua la lengua de señas para que la transmisión del saber sea realmente un encuentro. Enseñamos también a madres cabeza de hogar, no solo a coser el cuero, sino a creer en la posibilidad de un futuro tejido con sus propias manos.
Nuestro trabajo ha sido reconocido con el Sello Paissana, un emblema que distingue a quienes están comprometidos con la construcción de paz y la sostenibilidad en Colombia. Y ese compromiso no es un adorno: usamos cuero de curtido ético y materiales de origen responsable, cuidamos lo que hacemos y lo que dejamos, y colaboramos con comunidades y diseñadores que creen, como nosotros, que el arte puede ser un acto de resistencia.
No producimos en serie: producimos con sentido. Y por eso, cada pieza que nace en nuestro taller lleva una historia: la del artesano que la hizo, la del lugar de donde proviene, y la del cliente que la elige y le da un nuevo rumbo.
Saenz Leather & Art es eso: una casa abierta al tiempo lento, al detalle invisible, a la belleza que no se impone sino que se revela.
Un taller donde el cuero no solo se trabaja… también se escucha.
